Herramientas esenciales para combatir el fraude

Por Maximiliano Pérez Toews, Manager de Investigaciones y Business Intelligence en Kroll.

Todas las compañías están expuestas al fraude interno. La implementación de procedimientos específicos, controles constantes y canales de denuncia, ayuda a prevenirlo y mitigar su impacto.
El fraude interno produce cada año pérdidas millonarias a miles de empresas alrededor del mundo. Esto ha llevado a que se implementen en las compañías mecanismos de control y herramientas que ayudan a reducir el riesgo al que están expuestas.



Hablar de control en una empresa es referirse a la implementación de protocolos, procedimientos y reglas a seguir por parte de los colaboradores en distintas instancias de su trabajo, y que la documentación producida en ese proceso pueda ser auditada o revisada por otra gente de la compañía o de terceros. Por ejemplo, a la hora de realizar una gestión de compra, es útil tener un protocolo de cómo debe llevarse a cabo, con exigencias tales como la solicitud de una compulsa de al menos 3 proveedores y que las ofertas no sólo sean revisadas por quien va a contratar sino también por algún empleado de otro sector de la compañía.

Los controles mejor implementados son aquellos que facilitan la transparencia en las acciones que realiza una empresa, lo que ayuda a prevenir eventuales actos ilícitos. Los métodos de control dependen mucho de cada compañía, ya que cada una conoce qué procedimiento se ajustará mejor a su operatoria. Lo importante es que siempre apunten a generar la mayor claridad posible y haya revisiones constantes.

Otra herramienta efectiva para lidiar con el fraude interno en las empresas es la implementación de canales de denuncia. Lo ideal es que, al menos en las primeras instancias, pero recomendablemente en todas, las denunciantes permanezcan en el anonimato. La persona que tenga algo que informar debe estar completamente protegida. Una persona debe poder denunciar sin correr riesgo alguno, puesto que en definitiva son ellos los que cuidan de la empresa y ayudan a identificar actos de corrupción que alguien que no está en el día a día de las operatorias no ve.

Es importante que ninguna denuncia sea desestimada y que, en la medida de los posible, todas sean evaluadas para después poder proceder en consecuencia. De todas maneras, el empleado debería tener en claro que si comete algún fraude en contra de la empresa también se puede perjudicar a sí mismo.
Si bien la implementación de este tipo de herramientas conlleva cierto desembolso económico, contar con ellas permite reducir de manera efectiva los costos que una compañía puede llegar a pagar por haber sido víctima de un fraude interno. En otras palabras, invertir en prevención y transparencia puede reducir las pérdidas y ayudar al éxito de las empresas.