Los rumores de la existencia de un ejercito de Troll en redes sociales, comandado por el Jefe de Gabinete de Gobierno Marcos Peña, se estaban diluyendo debido a que casi fueron confirmados hace años atrás. Era sabido que Cambiemos, el partido político liderado por Mauricio Macri (actual presidente argentino) utilizaba las redes para potenciar y limpiar la imagen de sus miembros oficialistas.
El viernes previo a las Elecciones 2019 en donde se elegirá un nuevo presidente o la renovación de mandato de Macri, la tecnología traiciono a este ejercito de trolls, exponiendo el mamarracho comunicacional que Cambiemos demostraba y Twitter, le pasó factura.
Se especula desde la creación de cuentas falsas a granel que quedaron expuestas, hasta errores en el Machine Learning de un bot comprado por el estado para disparar twitts con mensajes de apoyo a Macri. Lo cierto es que el hashtag #YoVotoMM quedó opacado por el hashtag #SatisfaceAMauricio o #CariciasSignificativasProvenientesDeHurlingham.
El uso de bots tiene estos riesgos. Es muy probable que si se contratan servicios que no son probados previamente, la tecnología te traicione. El uso de software barato también.
La posibilidad de que una inteligencia artificial cometa un error de tipeo es probable si toma datos o menciones en otros idiomas y no resuelve de la mejor manera. De todas formas, lo peor es que un estado gaste dinero en esto en momentos de crisis económica.
Hace poco hablamos de otra mala inversión por parte del gobierno de Macri. Comprar tecnología para reconocimiento facial aplicado a la vigilancia fue una mala idea.
La semana pasada, capturaron a una persona inocente porque el software confundió a un criminal y tanto la policía como el gobierno, aun no desactivaron este sistema. A finales del mes pasado, hablamos en este mismo medio que esta tecnología de vigilancia tenia una tasa de error de un 81% en Londres, ciudad que pronto dejara de usar el reconocimiento facial.
No entender de tecnología o como aplicarla, es una mala elección. Así como para estas elecciones, utilizar un software para el relevamiento y recuento de votos que no fue aprobado por técnicos especializados y es mas, muchos de ellos, lo rechazan por inseguro y poco sofisticado.
En estas elecciones, el sistema de recuento electoral esta atado con alambres, tanto como los bots que compro el equipo de Marcos Peña.
El viernes previo a las Elecciones 2019 en donde se elegirá un nuevo presidente o la renovación de mandato de Macri, la tecnología traiciono a este ejercito de trolls, exponiendo el mamarracho comunicacional que Cambiemos demostraba y Twitter, le pasó factura.
Problemas técnicos.
Se especula desde la creación de cuentas falsas a granel que quedaron expuestas, hasta errores en el Machine Learning de un bot comprado por el estado para disparar twitts con mensajes de apoyo a Macri. Lo cierto es que el hashtag #YoVotoMM quedó opacado por el hashtag #SatisfaceAMauricio o #CariciasSignificativasProvenientesDeHurlingham.
El uso de bots tiene estos riesgos. Es muy probable que si se contratan servicios que no son probados previamente, la tecnología te traicione. El uso de software barato también.
La posibilidad de que una inteligencia artificial cometa un error de tipeo es probable si toma datos o menciones en otros idiomas y no resuelve de la mejor manera. De todas formas, lo peor es que un estado gaste dinero en esto en momentos de crisis económica.
Malas elecciones, en todo sentido.
Hace poco hablamos de otra mala inversión por parte del gobierno de Macri. Comprar tecnología para reconocimiento facial aplicado a la vigilancia fue una mala idea.
La semana pasada, capturaron a una persona inocente porque el software confundió a un criminal y tanto la policía como el gobierno, aun no desactivaron este sistema. A finales del mes pasado, hablamos en este mismo medio que esta tecnología de vigilancia tenia una tasa de error de un 81% en Londres, ciudad que pronto dejara de usar el reconocimiento facial.
No entender de tecnología o como aplicarla, es una mala elección. Así como para estas elecciones, utilizar un software para el relevamiento y recuento de votos que no fue aprobado por técnicos especializados y es mas, muchos de ellos, lo rechazan por inseguro y poco sofisticado.
En estas elecciones, el sistema de recuento electoral esta atado con alambres, tanto como los bots que compro el equipo de Marcos Peña.